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viernes, 24 de agosto de 2012

Ser o tener: ¿Cuál es tu elección?

A priori la pregunta que encabeza este post puede parecer de difícil respuesta: ¿Ser qué? o ¿Tener qué? Tras la lectura de lo que sigue seguro que no te quedarás indiferente, vamos allá.


A la palabra ser le ha tocado la difícil tarea de representar algo tan amplio, importante y abstracto como la propia vida en sí, la esencia o naturaleza, la existencia, pues cualquier cosa o animal que existe, es. Sin embargo la palabra tener lo tiene mucho más sencillo, ya que únicamente representa algo más concreto como es el disponer o poseer cualquier cosa que exista.
La existencia, el por qué de la vida, siempre ha sido motivo de dudas transcendentales entre los cerebros de las personas inquietas, de ahí el famoso "ser o no ser" de Shakespeare, y es que antes de la segunda mitad del siglo XX la gran masa social le daba mucha más importancia a lo que eran o podían llegar a ser, que a lo que poseían. En las sociedades avanzadas y tradicionalmente consumistas, como Estados Unidos y Europa, tras la segunda guerra mundial se da un vuelco a esta filosofía de vida, al entender que en la producción y consumo masivo se crean los pilares para la construcción de la clase media y con ella la paz social y la oportunidad de poder triunfar individualmente. Esto irremediablemente nos conduce al "tener o no tener" y tras éste pasamos al "tener para ser", pues la sociedad de consumo debe potenciar la idea de que para ser alguien debes poseer cuanto más bienes mejor, para así poder asegurarse un alto nivel de producción-consumo.

    Este sistema sustituye la inmensa importancia de nuestro ser, por la de tener más y más bienes materiales, que en la mayoría de los casos seguro que sólo nos aportan una ligera y pasajera alegría (ver ¿De verdad lo necesitas?). Lo cierto es que en momentos de grandes crisis económicas, como la actual, es cuando se destapan los grandes fallos y se deja ver lo poco sostenible que es este sistema, que pone en jaque la supervivencia del planeta y con ella la nuestra propia. Este problema se agrava al ver como las sociedades de países económicamente emergentes, como China, India o Brasil entre otros, entran ahora con fuerza en el mismo sistema consumista, que ante el injusto reparto de la riqueza (grandes empresas que suman y suman inmorales cantidades de beneficios) para poder crear una clase media (clase en la que debería vivir la totalidad de la humanidad) requiere de un voraz agotamiento de los recursos del planeta y de una dedicación prácticamente plena de la persona para el sistema. 



    Afortunadamente las nuevas generaciones tienen la mente más abierta y están mucho más concienciados ante la problemática del actual sistema económico capitalista-consumista, además de ser el momento en el que muchos adultos, ya consolidados, despiertan del letargo en que estaban sumidos y se dan cuenta de lo dañino que resulta sustituir el cultivo de nuestro propio ser por el consumo desmedido para crear una riqueza, que cada vez más, está peor repartida. Estamos entrado en una nueva era del "ser o tener", del protestar ante el abuso de los que más tienen y reclamar un sistema más justo para el reparto de la riqueza, del basta ya del "fin justifica los medios" que tanto daño está haciendo al planeta y tan en peligro pone a las generaciones que están por llegar, del crear entre todos un sistema capitalista más social que distribuya de manera justa y equitativa la riqueza, dando las mismas oportunidades a todos, de darse cuenta que el amor y la felicidad están en el ser y no en el poseer. Es hora de acabar con el dejarse llevar como el rebaño de ovejitas  buenas que algunos quieren enseñarnos a ser, y por fin coger las riendas de nuestras propias vidas (mira ¿Te superas o sobrevives?) para crear un futuro próspero y justo, para la humanidad y para el planeta, el cual no nos pertenece por naturaleza.

    Todos somos conscientes que para poder vivir en esta vida es necesario tener ciertos bienes materiales, pero lo realmente importante es saber encontrar el equilibrio entre los bienes materiales que necesitamos para vivir a gusto y el desarrollo de nuestro ser para poder llegar a ser mejores personas que sepan disfrutar del amor y vivir inmersos en la felicidad que se haya en nuestro interior, tema del que desde mi blog quiero ayudar a difundir.

Y ahora, ¿Lo tienes más claro?

Muchas gracias por leer mis palabras. Contribuye con tu comentario.


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