La fuerza de voluntad, un poder de nuestra consciencia, quizá el único que nos puede llevar a hacer lo que realmente deseamos y no lo que nuestra caprichosa mente nos pide. Todos la utilizamos a diario, pero ¿sabemos cuál es su verdadero significado? ¿conocemos su verdadero poder? Veámoslo.
Si habéis ido siguiendo el blog, en anteriores entradas hemos aprendido algo más del sentimiento más poderoso y constructivo que existe, el amor; también hemos hablado acerca de la gigantesca importancia y gran valor que tiene nuestra fe, y si ahora a estos dos elementos les sumamos la fuerza de voluntad podremos conseguir un cóctel impresionante, potente y beneficioso, que nos llevará a crear los elementos que de veras deseamos y que posiblemente traigan por fin la felicidad a nuestras vidas.
La voluntad es una capacidad propia de los seres humanos en estado de consciencia que nos permite gobernar nuestros actos, elegir un tipo de conducta y nos mueve para que de manera intencionada hagamos las cosas de nuestro día a día. Sobretodo debemos aplicarla en aquellas tareas que requieren esfuerzo u obligación para llevarse a cabo a pesar de la desgana o los inconvenientes. Realmente es tan importante la existencia de esta fuerza de nuestro estado consciente que se puede afirmar que si no existiese no se podrían alcanzar las metas y los objetivos planificados.
Todos desamos cosas en esta vida material y todas ellas pueden convertirse en realidad, sí has leído bien, lo que tú deseas puede convertirse en realidad. (En un futuro post hablaremos del poder de los deseos). La voluntad está íntimamente ligada a la consecución o no de esos deseos. Podemos desear muchas cosas diferentes, unas con más fuerza y otras con menos intensidad, incluso estos deseos pueden variar en breves fracciones de tiempo, a causa de la naturaleza caprichosa de nuestra mente material, pero si a alguno de éstos, el que deseamos con mayor claridad y profundidad, le aplicamos nuestra fuerza de voluntad para recorrer sin titubear el camino necesario hasta su consecución y este camino lo recorremos con un sentimiento predominante en nuestro corazón, el amor, alumbrados además por la luz de nuestra fe en nosotros mismos y en lo que estamos haciendo os aseguro que las probabilidades de éxito son muy, muy altas.
Relájate, piensa con traquilidad qué es lo que quieres de verdad, sé perseverante al realizar las acciones necesarias para alcanzar tus metas, constante y firme, ten seguridad en ti mismo y en la posibilidad de conseguir lo deseado y jamás olvides sentir amor todos y cada uno de los días de esta vida, sobretodo amor propio, tan necesario como los nutrientes que necesita nuestro cuerpo para vivir.
Muchas gracias por leer mis palabras.
Otros temas para tu felicidad:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Contribuye con tu comentario. Gracias!